Hace veintisiete años, Robert Fulghum publicó la primera edición de All I Really Need to Know I Learned in Kindergarten (Todo lo que realmente necesito saber lo aprendí en el jardín de infantes). Este libro, que ocupó el primer lugar en la lista de best sellers del New York Times y ha sido descripto como «un simple credo que mantiene la fuerza de un saber común pero no por eso menos relevante: en los aspectos más básicos de la vida se abren las oportunidades más importantes».
En palabras del autor, que tiene hoy 78 años, «la sabiduría no estaba en la cima de la montaña de la carrera educativa, sino allí, en el arenero». Y, si pensamos en los desafíos a los que nos enfrentamos hoy, sus reflexiones nos invitan a redescubrir el sentido en los pequeños detalles. A continuación, un resumen de lo que Fulghum aprendió y necesitamos recordar.
Para Fulghum, las reglas de oro son el amor, la higiene básica, la ecología, la igualdad y la vida sana. Y nos propone que tomemos cualquiera de estos puntos y, luego, los apliquemos a nuestra vida familiar, nuestro trabajo o nuestro mundo. «Verás cómo se mantiene verdadero, claro y firme», asegura. Además, destaca que sigue siendo cierto que, sin importar nuestra edad, cuando salimos al mundo, lo mejor es tomarnos de la mano con otros y mantenernos unidos.
Tener presentes y practicar los valores que aprendimos en el jardín de infantes puede, además, ayudarnos a transmitirlos. Según Ángela Marulanda, autora y educadora familiar, enseñar valores es como tratar de enseñar el cuidado de la salud: que una persona sepa qué necesita su cuerpo para estar sano no garantiza el bienestar. Es decir, una cosa es conocer los conceptos, y otra, muy distinta, es vivir con base en ellos. «Es cierto que los colegios pueden informar a los alumnos sobre cuáles son los valores fundamentales y la importancia que tienen para su vida, así como reforzar los que aprendan en su hogar; pero poco éxito tendrán si tratan de que los niños aprendan lo que no viven en sus casas», sostiene.
Seguramente, coincidiremos con ella en que los valores se inculcan: los chicos los captan e incorporan a partir de la conducta de las personas que más aman y admiran, en especial, sus padres y docentes. Pero todos los adultos que tenemos una presencia vital para las nuevas generaciones nos constituimos en sus modelos. Por lo tanto, necesitamos reevaluar la manera en que actuamos y procedemos cotidianamente.
«La cuestión no es ver cómo enseñarles valores, sino qué les estamos enseñando, advierte Marulanda. «Por ejemplo, ¿será que la forma como tratamos a quienes nos rodean sí les está enseñando que el respeto es un valor para nosotros? ¿Será que nuestra puntualidad en el trabajo o nuestro cumplimiento con los pagos sí les están mostrando que es importante ser responsables? ¿Será que la lealtad con nuestra pareja y la seriedad con que asumimos todos nuestros compromisos sí dan fe de nuestra honorabilidad?».
Preguntarnos cómo están viviendo nuestros niños y jóvenes es otra buena oportunidad para abrir la reflexión y, por qué no, también un punto de partida para establecer un rumbo más favorable en este camino que transitamos juntos con el propósito de brindarles una mejor calidad de vida. «De la solidez de nuestra estructura moral, del temple de nuestras convicciones y de la fuerza de nuestro amor depende, en buena medida, el rumbo que tomen sus vidas», concluye Marulanda.
La exposición prolongada, sobre todo, en horarios desaconsejados, favorece el daño de la piel. Saber cómo elegir un buen protector es clave para evitar desde ampollas hasta ciertos cánceres, así como el herpes labial. Escribió Alejandra Pizarnik: «Afuera hay sol. […]
La infección se presenta con síntomas entre los 10 y 20 años, pero no produce complicaciones en la mayoría de los casos. Conocida como la «Enfermedad del beso», se transmite por contacto íntimo, por medio de la saliva. Al llegar […]
Debido a fracturas o a trastornos como la artrosis, muchas personas tienen una movilidad reducida o sufren dolor. Hoy existen mejores prótesis que permiten a muchos pacientes recuperar la calidad de vida. Caminar, sentarse y subir o bajar escaleras son […]
De la adolescencia a la madurez, las inmunizaciones son las mejores aliadas contra las infecciones. Durante la edad fértil y el embarazo, cuidan a las futuras madres e hijos. La vacunación es una de las estrategias fundamentales para proteger a […]