Es una enfermedad gastrointestinal producida por un virus denominado rotavirus. Es la principal causa de diarrea y vómitos graves en los niños de 6 a 36 meses de edad en el mundo.
Las infecciones provocadas por el rotavirus son muy contagiosas y la vía predominante de transmisión es la fecal-oral, es decir, a través del contacto con la materia fecal de los pacientes infectados.
Las formas más frecuentes de contagio son: por consumo de aguas contaminadas, por ingestión de alimentos crudos lavados con aguas contaminadas o preparados por personas infectadas, y entre personas en situaciones de malas condiciones de higiene.
La enfermedad se manifiesta con vómitos, diarrea acuosa, fiebre y dolor abdominal. Sin un tratamiento adecuado, la evolución puede ser desfavorable y, en algunos casos, el virus puede causar deterioro severo del niño a través de cuadros de deshidratación marcada.
El rotavirus es la principal causa de diarrea, vómitos, fiebre y deshidratación en pediatría. Afecta a todos los niños del mundo. La infección suele durar algunos días, después de los cuales se autolimita; pero en algunas oportunidades, en niños menores de 2 años, puede desencadenar un cuadro severo con deshidratación que requiere hospitalización inmediata. Se trata de una infección muy contagiosa, y las vacunas actualmente disponibles constituyen la principal forma de prevención.