Para ello, el laboratorio de microbiología clínica cuenta con varias metodologías y técnicas que deben ser utilizadas adecuadamente para evitar resultados erróneos.
Los agentes causales más habituales son Trichomona vaginalis (TV), Neisseria gonorrhoeae (NG), Chlamydia trachomatis (CT), virus herpes simple (HSV), Treponema pallidum (TP), entre otras con diferentes características clínicas como el Human papiloma virus (HPV).
Para cada uno de estos agentes causales existen diferentes metodologías a utilizar y que son realizadas por nuestro laboratorio.
La observación microscópica sigue siendo la técnica más utilizada en la práctica diaria, sin embargo su sensibilidad es de (50-70%). Las técnicas moleculares poseen una sensibilidad >95% para su detección en hisopados genitales. Sin embargo, por su alto costo y la falta de disponibilidad de equipos comerciales y estandarizados para su realización, su uso es restringido a situaciones particulares.
La realización del directo y el cultivo son las metodologías habituales utilizadas para la detección de Neisseria gonorrhoeae. Pero la incorporación de las técnicas moleculares (PCR en tiempo real) ya ocupa un lugar fundamental en el diagnóstico, porque han demostrado mayor sensibilidad y además también pueden realizarse de diferentes muestras con excelentes resultados. Las técnicas moleculares tienen la capacidad de detectar una menor concentración bacteriana, la cual se observa en algunas patologías en particular.
La detección de Chlamydia trachomatis es dificultosa y poco sensible por la técnica de cultivo, por lo tanto esta es una metodología en desuso en la práctica diaria y solo quedó destinada a trabajos donde se requiera la viabilidad de la misma. Desde hace muchos años han surgido una cantidad importante de métodos de detección de antígenos, desde la inmunofluorescencia directa hasta técnicas rápidas de Inmunocromatografía o similares. Todas ellas con muy bajas sensibilidades (60-80%), muy dependientes de la toma de la muestra y que por su facilidad son empleadas en muchos laboratorios, produciendo una pérdida de diagnóstico etiológico por presentar un alto grado de falsos negativos y tener un valor predictivo negativo bajo.
La bibliografía es extensa en considerar a las técnicas moleculares como aquellas de elección para el diagnóstico etiológico de Chlamydia trachomatis es todo tipo de muestras y patologías. La sensibilidad y especificidad de las técnicas moleculares en superior al 95% dependiendo de la muestra utilizada. Estas técnicas han ocupado un lugar irremplazable para el diagnóstico, por este motivo la tendencia es estudiar en conjunto en técnicas multiplex con Neisseria gonorrhoeae, por ejemplo.
La detección de HSV por cultivo viral rápido (Shell vial) es compleja y de baja sensibilidad, por lo cual al igual que para otros virus, su utilidad ha quedado limitada a situaciones especiales. Las técnicas de detección de antígeno como la IFD presentan baja sensibilidad (60-80%) y son altamente dependientes de la toma de muestra, como también del operador en la observación microscópica. Al igual que en los microorganismos anteriores las técnicas moleculares de PCR en tiempo real son altamente sensibles y específicas, no son dependientes de la toma de muestra ni del estado de la lesión, por estos motivos son de elección para el diagnóstico etiológico de HSV en diferentes patologías, ya que puede ser realizada de diferentes materiales con excelentes resultados.
La técnica de detección directa de TP más utilizada es la observación microscópica de la movilidad del TP con microscopio de fondo oscuro, la cual posee baja sensibilidad, ya sea por la escasa concentración de bacterias, lo operador dependiente en la observación y el corto tiempo de duración de las lesiones. Las técnicas de IFD nunca tuvieron un desarrollo y uso en nuestro medio y las técnicas moleculares que son, sin duda la mejor opción con alta sensibilidad y especificidad (>95%), tienen altos costos y no existen equipos comerciales, por estos motivos no se utilizan habitualmente en la práctica diaria.
Sin duda el diagnóstico de sífilis se realiza a través de las técnicas serológicas conocidas por todos. Las pruebas NO treponémicas son aquellas que detectan anticuerpos inespecíficos contra los lipopolisacáridos producidos por las células dañadas durante la infección activa. En nuestro medio la técnica más utilizada es la denominada VDRL, la cual posee un alto valor predictivo negativo, pero por su inespecificidad todo resultado positivo debe ser confirmado con una prueba Treponémica específica. La prueba Treponémica más utilizada en nuestro medio es la FTA-ABS que mide anticuerpos específicos de TP por Inmunofluorescencia Indirecta (IFI). Es una técnica altamente sensible y específica, pero no diferencia entre infección actual (activa) e infección pasada. Ambas pruebas requieren de personal altamente entrenado para su interpretación.
El estudio de HPV tiene diferentes circunstancias, considerando que puede ser estudiado para prevención, sin duda lo ideal, o cuando existen lesiones compatibles. Sin embargo, en ambas situaciones las técnicas moleculares son la única técnica válida para su estudio. Para la detección de HPV de alto o bajo riesgo existen dos metodologías con algunas diferencias a considerar. La “Captura Híbrida”, que tiene una excelente sensibilidad y especificidad clínica y las técnicas de PCR en tiempo real, que tienen una sensibilidad analítica superior a la captura híbrida y permite una mayor versatilidad para poder además de detectar, realizar la genotipificación del HPV. Si bien la diferenciación entre alto y bajo riesgo es suficiente para el manejo clínico inicial, el conocer el genotipo específico permite un mejor seguimiento, evaluación de los tratamientos, como también la reinfección por diferentes genotipos.
La genotipificación por secuenciación es la técnica de elección, siendo más específica que las técnicas utilizadas previamente como la RFLP (Restriction Fragment Length Polymorphism) y PCR más Hibridación reversa.
Considerando todas las revisiones bibliográficas de los últimos años, las técnicas moleculares han ocupado un rol fundamental en el diagnóstico de la mayoría de las infecciones de transmisión sexual, aún en aquellas donde el cultivo o la observación microscópica parecían ser irremplazables. Aunque no siempre se puede acceder a la realización de técnicas moleculares para todas ellas, pero sin duda para la mayoría, además existe alguna de ellas como sífilis, donde la detección de anticuerpos juega un rol fundamental en el diagnóstico y el seguimiento.
Es fundamental para que los laboratorios podamos realizar la detección de estos microorganismos por dichas metodologías, las solicitudes médicas indiquen explícitamente que se requiere de la realización de las mismas. Esta conjunción de solicitudes y realización permitirá una mejora sustancial en el diagnóstico de las mismas.
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The Laboratory Diagnosis of Syphilis. Journal of Clinical Microbiology. October 2021 Volume 59 Issue 10.
Sexually transmitted infections: challenges ahead. Lancet Infect Dis 2017. Published online July 9, 2017 .
The ABCs of STIs: An Update on Sexually Transmitted Infections. Clinical Chemistry 62:6 (2016).